Madrid, EFE
Un total de 8,5 millones de niños entre 5 y 14 años participan en actividades laborales en Latinoamérica, pese al esfuerzo de Gobiernos de la región, como el de Brasil y México, en erradicar el trabajo infantil.
Así lo pone de manifiesto el informe presentado hoy en Madrid por la ONG Proyecto Solidario y que ha sido elaborado por el sociólogo peruano Walter Alarcón.
Según el estudio, de esa cifra total, 2,7 millones de niños trabajan en "actividades consideradas entre las peores formas de trabajo infantil".
El informe resalta, sin embargo, que los promedios regionales difieren sustancialmente, ya que por ejemplo en Panamá, de cada 100 pequeños entre 5 y 14 años, solamente dos trabajan, mientras que en Perú, de cada centenar, hay 22 niños dedicados a actividades laborales.
Precisamente, el Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño alertó en enero pasado a las autoridades de Perú de que los niños que viven en las comunidades andinas y de la Amazonia más aisladas son su población más vulnerable.
El Comité indicó que en el país andino persisten graves problemas que afectan a los niños como la pobreza, la falta de trabajo regular en las familias, la violencia física y sexual contra los menores y la degradación socioeconómica, así como el trabajo y la explotación infantil.
Alarcón, que lleva años investigando las distintas realidades sociales de Perú, así como de toda la región, destacó el hecho de que el trabajo infantil se ha reducido "muy poco" en la zona en los últimos años.
Aunque, el experto sí destacó los esfuerzos llevados a cabo por Brasil y México con la puesta en marcha de los programas "Beca escolar" y "Oportunidades", que han logrado, respectivamente, reducir de forma importante el trabajo entre los más pequeños.
A principios de este mes, la Organización Internacional del Trabajo difundió un informe en el que señaló que Latinoamérica es la región del mundo que mejores progresos registró en la reducción del trabajo infantil, un problema que, según la OIT, afecta a 5,7 millones de niños de la zona.
Basándose en experiencias como las de Brasil y México, Alarcón instó a los distintos Gobiernos de los países latinoamericanos "a invertir en políticas de desarrollo" que contribuyan a "frenar la emigración y a erradicar la explotación infantil".
Ambos problemas son, dijo, una "expresión de la inequidad de los sistemas políticos", porque a juicio del sociólogo, la raíz del trabajo infantil "es político" y reiteró la necesidad de los poderes públicos de "invertir en la capital humano".
"Porque -subrayó- un país que invierte en infancia lo hace en su futuro". Pese a valorar la contribución de la cooperación internacional en la lucha contra la pobreza, el experto opinó que "es insuficiente", ya que los países "no se van a desarrollar hasta que no se promuevan sus capacidades".
El informe "De la explotación a la esperanza" recoge una serie de ensayos sobre las características del trabajo infantil en la región, que se diferencia, según Alarcón, de Asia, donde "los pequeños producen bienes para su exportación".
A la presentación del informe asistió además Adolfo Lacuesta, director de Proyecto Solidario, presente en países como Ecuador, Perú y Bolivia.
Asimismo, participó el secretario general del defensor de menor de la región de Madrid, José Antonio Luego, quien dijo que en España "se han empezado a observar, en determinadas zonas del país, gérmenes de nuevas formas de explotación derivadas de la emigración", contra las que, dijo, "si emanan", deberán desarrollarse políticas para su erradicación.
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